Solba, M.L. (2006). Los trastornos psicológicos en el niño. México: Trillas.
La práctica clínica se ha modificado a lo largo del tiempo buscando como mejorar la atención a los problemas psicológicos de las personas. Por ello, en este capítulo el autor describe cómo surgió la práctica clínica tal y como hoy la conocemos; incluyendo la introducción de tres ejes fundamentales de Sydenham, el tratamiento de de Kraepelin a los pacientes psicóticos y la sistematización de las tres tareas fundamentales del médico: 1) diagnosticar, 2) explicar la etiología y 3) plantear una intervención, las cuales son su mayor foco de atención en todo el texto.
Siguiendo las ideas de la “nueva clínica”, fundamentadas en los tres criterios mencionados arriba, este autor tiene como objetivo describir cómo los profesionales de la salud mental se han dado a la tarea de crear un manual como el DSM- IV y el CID que les permita diagnosticar los estados patológicos de la personas, tomando en cuenta factores como el desarrollo del individuo, la fundamentación teórica (importante para el trabajo clínico), la etiología de los trastornos, el contexto y la estadística para así elevar el nivel de confiabilidad y validez del instrumento en sus diagnósticos. Esto permite una evaluación del funcionamiento del individuo en sus diferentes áreas tomando en cuenta los cinco ejes diagnósticos que propone el DSM IV-TR, especificando la gravedad del trastorno, su curso y por supuesto, el nivel de certeza diagnóstica describiendo entidades nosológicas sin dar explicaciones teóricas para facilitar el entendimiento de los trastornos sin importar la disciplina que se practique.
Lo anterior, lleva al autor a la necesidad de definir otros dos conceptos que se desprenden de esta clasificación nosológica: la normalidad y la patología. Para ello, describe varios modelos que buscan definir con la mayor claridad posible ambos conceptos.
Me parece que el autor intenta fomentar en el lector el buen uso de los manuales diagnósticos y una velada defensa de los mismos a través de describir su importancia, su utilidad, su validez y confiabilidad. Sin embargo, si bien promueve su buen uso, creo que podría ser más fructífero para el lector conocer cómo sería un correcto uso del manual y si resulta conveniente alguna explicación teórica de los trastornos.